Una alfombra lavable, fina y tan alegre como discreta, para dentro y fuera de la casa
Esta alfombra lo tiene todo. Porque sirve para dentro de la casa, pero también pare el exterior. Porque es alegre, pero sin ser rechamante. Porque tiene un diseño con personalidad, pero sin reclamar toda la atención para sí misma. Porque se limpia tan fácilmente como con una esponja, o un manguera si hace falta. Ya veis que no le faltan virtudes.
Es una alfombra confeccionada con polipropileno (74%) y poliéster (26%) en un trenzado de chenilla fino e impermeable, que podrás utilizar literalmente en cualquier sitio, ya que además de ser una decorativa alfombra de interior para salón o dormitorio es también una gran alfombra de exterior, para el jardín o la terraza.
La superficie es lisa y es extraordinariamente fina: apenas tiene un grosor de 3,5 mm, lo cual la hace ligera y flexible, pero sin perder el cuerpo que la hace pegarse al suelo. Es una alfombra que reúne belleza y sentido práctico a partes iguales.
De la belleza se encarga su diseño de estilo tropical, pero con un colorido basado en la gama de los ocres y tierras, alejado de la habitual exuberancia verde de este tipo de diseños. El caso es que funciona, porque a la vez que atrae la mirada y alegra la vista no recarga el ambiente con colores fuertes, sino que lo acompaña con tonos relajantes.
En resumen, una alfombra práctica, alegre, fina y lavable para cualquier lugar de la casa. Está rematada con ribete de hilo en los laterales y dobladillo en los fondos.
Para exterior e interior: atrévete a mojarlas, atrévete a limpiarlas.
Las alfombras de polipropileno interior/exterior se limpian fácilmente con agua, esponja, jabón neutro y manguera sin presión. Atrévete a disfrutarla tanto en exteriores como en interiores y no tengas miedo al trote duro o a las manchas.