Alfombra de pasillo o cocina ultra resistente con textura en tono claro
La resistencia de las alfombras vinílicas no tiene rival. Por eso son tan indicadas como alfombras de pasillo, alfombras de cocina o cualquier lugar de la casa que necesite una alfombra lavable y súper resistente.
Este modelo nos ofrece un tejido vinílico con una fina trama llena de detalles, en la que el color blanco roto, hueso o marfil, como quieras llamarlo, es protagonista. El tejido está entreverado con fibras de tonos neutros claros, dando como resultado una alfombra clara y luminosa cuya textura se aprecia a simple vista.
Es una alfombra plana y lisa, a pesar de ser alfombra tejida (no es de PVC expandido, sino de trama trenzada). Por tanto, no acumula polvo y al ser muy fina, queda completamente pegada al suelo evitando así tropiezos. Está preparada para el trato duro y el uso intensivo y aguantará muchos años sin inmutarse.
Su color claro la hace perfecta para aquellos lugares oscuros o zonas mal iluminadas que necesiten algún recurso que agrande visualmente la sensación de espacio. La base es de goma, con lo cual no se moverá del sitio.
Corte a la medida y mantenimiento
La proverbial facilidad de mantenimiento de las alfombras vinílicas resalta como nunca en las alfombras que necesitan alto rendimiento, como las de cocina o pasillo. Para mantenerla en perfecto estado no hace falta más que pasarles la fregona. Igualmente cualquier método de limpieza ordinario, como el aspirador, el robot o la escoba servirán. La alfombra es impermeable y estanca de modo que los derrames de líquidos no llegan al suelo y limpiarlos es tan fácil como pasarles una bayeta.
No solo son aptas para uso intensivo en interiores, sino que también se pueden utilizar en exteriores, limpiándose incluso con la manguera.
La confección viene en rollos de ancho de 80 cm. La longitud se encarga a la medida hasta 25 metros. Eso permite alfombrar pasillos con una sola pieza en lugar de juntar varias alfombras, mejorando la estética y funcionalidad. Es importante al medir dejar siempre algo de espacio al principio y al final de la alfombra para que se encuadre mejor en el suelo.